La Asamblea General de socios de la Associació Balear de l’Empresa Familar, se celebró por primera vez en la historia de forma telemática y presencial en la Cámara de Comercio de Mallorca. En la reunión, se congregaron a 90 asistentes y ha contado con Carlos Solchaga como invitado especial, Vidal ha resaltado la necesidad de gestionar con eficacia los fondos europeos para la recuperación. “La lentitud en la transferencia de las ayudas debería ser compensada con planes de urgencia para evitar el cierre de empresas y la destrucción de empleos”, ha sentenciado. En este sentido, Vidal considera “indispensable que se mantengan los ERTE y flexibilicen los ICO, al menos hasta que se consolide la salida sanitaria de la pandemia que genere confianza en la ciudadanía, en el empresariado, en los inversores y en los países emisores de nuestros visitantes”.
En su discurso inaugural, la presidenta de la ABEF ha manifestado que “esta crisis tiene que servir para proteger y reconducir nuestras empresas y nuestra economía hacia una diversificación y tecnificación que permita sortear futuras crisis similares”. Pese al anuncio de la subida de impuestos anunciada por el Gobierno y “los problemas de competitividad que nos genera una insularidad escasamente reconocida y compensada”, Vidal ha instado a las empresas familiares a seguir adelante y liderar la transformación y relanzamiento de la economía mediante un modelo inclusivo, fiel a los principios de la empresa familiar, que genere “prosperidad económica y valor social”.
Vidal también ha dado la bienvenida a tres empresas familiares que se han incorporado a la asociación este año (Adalmo, Potencia y Garden Hotels) y ha incidido en la forma de trabajar de la empresa social, que “gestiona a las personas de forma diferente, con voluntad de que permanezcan largo tiempo en la empresa, impulsando la formación y la promoción interna, incluso en periodos de crisis”. La empresa familiar –ha añadido– “trabaja siempre por el triple balance: el económico, el social y el medioambiental”.